Implementar una combinación de políticas que respondan a las propuestas programáticas, y que a la vez mantengan la estabilidad financiera y económica del país, son parte de los desafíos que tiene el recién asumido gobierno encabezado por el presidente Gabriel Boric, de acuerdo al análisis de Mireya Dávila, académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile.
Y es que, tal como el propio nuevo jefe de Estado y su equipo lo han señalado, llegan a La Moneda en tiempos complejos, de grandes desafíos y diversos temas que presionan la estabilidad institucional. La positiva racha económica que vino de la mano de un aumento del consumo doméstico, comienza a desaparecer y muestra ya los indicios de una desaceleración. Muestra de ello es el Índice Mensual de Actividad Económica (Imacec), que durante el mes de enero último anotó una variación del 9%, el registro más bajo desde marzo de 2021.
Las perspectivas de crecimiento son bajas. Para 2022 y 2023, se estima que el PIB anual registrará aumentos de 1,5% y 2,5%, respectivamente, promedio similar al registrado entre 2014 y 2019.
En tanto, según la “Encuesta de expectativas económicas – marzo 2022”, publicada por el Banco Central a principios de este mes, las presiones inflacionarias persistirán por los próximos meses. La proyección del ente rector señala que el año cerrará con un IPC del 5,8%, situación que podría agravarse según el rumbo que tome la guerra entre Rusia y Ucrania, y los efectos de este conflicto a nivel global.
En este escenario, el presidente Boric tendrá como uno de sus desafíos moderar el gasto fiscal, mientras resuelve la fórmula para cumplir con su programa de gobierno. Aquí la figura del ministro de Hacienda, Mario Marcel, puede resultar clave. Así como su designación consiguió aliviar la incertidumbre del mercado frente al nuevo Gobierno, parte de las expectativas frente a su acciones se centran en que logre frenar posibles presiones políticas que deriven en un aumento del gasto público.
De acuerdo a lo planteado por Mireya Dávila, al resguardo de la estabilidad financiera y económica del país, se suma que el Gobierno deberá abordar la reforma tributaria y la de pensiones, generar las condiciones para seguir en la racha de reducción del índice de desempleo, además de acoplar todo ello con el desafío que se han planteado las nuevas autoridades de lograr una economía verde.
Dinámica política
Para los próximos meses, en términos macro, son tres los puntos que jugarán un rol fundamental en los movimientos de activos en Chile: a la ya mencionada desaceleración económica, se suman los precios de las commodities y la dinámica política, según un informe de Credicorp Capital.
Respecto a esto último, la académica de la Universidad de Chile señala que además de traducir los compromisos y expectativas de la ciudadanía en políticas públicas, el Gobierno tendrá el desafío de conducir su coalición, tanto en el ejecutivo como en el Congreso, donde no tiene mayoría; establecer acuerdos con la oposición; apoyar administrativamente la Convención Constitucional hasta el término de su trabajo, y al Servicio Electoral en su plebiscito de salida.
A lo anterior se suma la urgencia con que deben ser abordadas la crisis migratoria en el norte del país, así como el conflicto en la denominada Macrozona Sur.
Fuente: Bloomberg Línea, 11 de marzo de 2022.
Crédito Fotografía: ATON Chile
