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LA BAJA PARTICIPACIÓN DE LAS MUJERES EN ALTOS CARGOS ATENTA CONTRA LA COMPETITIVIDAD DE LAS EMPRESAS

En tiempos de profundos cambios y transformaciones, los datos arrojados por el Handbook de Género, elaborado por el Comité de Género y la División de Estadísticas Financieras de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), dejan en evidencia que persiste una profunda brecha en términos de participación femenina en entidades financieras.

En su segunda edición, dada a conocer durante el mes de febrero, la CMF señala que, en términos generales y, si bien, se registran algunos avances, “las entidades del mercado financiero presentan una baja participación de mujeres en los directorios. No obstante, se observan importantes diferencias entre sectores, destacando de manera positiva las cooperativas de ahorro y crédito supervisadas por la Comisión, con un 28% de participación femenina”.

El informe, que tiene como objetivo visibilizar algunos indicadores de género relevantes en materia de participación femenina y acceso a productos financieros, señala que “es indispensable hacer notar la fragilidad de los avances obtenidos por las mujeres en materia de igualdad y autonomía”. Al respecto, señala que mientras en el trimestre diciembre 2019-febrero 2020, las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) indicaban que la participación laboral femenina había alcanzado un máximo inédito de 53,3%, la pandemia revirtió la tasa. Así anotó un 41,97% en el trimestre junio-agosto 2020, para llegar a 46% al final del mismo año. Lo anterior, representa un retroceso equivalente a 10 años.

Sin embargo, mientras mayor sea el cargo, esa participación desciende. De acuerdo a lo registrado por la CEPAL en 2020, la cifra de participación laboral de las mujeres en Chile se situó levemente por sobre el promedio regional. No obstante, al hablar de cargos ejecutivos mayores, de acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Chile se encuentra entre los países con menor representación de mujeres (lugar 33 de 37 países evaluados). “Mientras el promedio del bloque llega al 26,3%, en nuestro país solo una de cada diez mujeres está en la plana mayor. Esto significa que se necesitarían más de 15 años para alcanzar el mencionado promedio. En el polo opuesto, el líder de esta categoría es Francia con 45,1% y tocando las puertas de la paridad de género en altos cargos”.

También el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), alerta de la lentitud con la que tienden a cerrarse las brechas. En su Global Gender Gap Report 2021,  el organismo estima que, “de continuar al ritmo actual, la brecha global de género, se cerrará en 99,5 años, en tanto que la brecha en participación y oportunidades económicas tardará 257 años”.

 

“Captar, retener y desarrollar a las mujeres”

El informe de la CMF indica que la participación de mujeres en directorios de empresas cuyas acciones listan en bolsa es del 10,35%. Ello evidencia un lento aumento durante los últimos años, pero que mantiene a Chile en el 25% inferior de la distribución respecto a los países de la OCDE. Nuestro país comparte porcentajes similares con Colombia, México, Estonia y Japón.

Como lo señala María Paz Merani, gerente de Formación y Alta Dirección de Mujeres Empresarias, la brecha que persiste actúa en desmedro de la competitividad de las empresas, “al no poder captar, retener y desarrollar el mejor talento femenino hacia sus organizaciones”.

Para Merani, si bien su organización reconoce los avances que se han dado, “éstos han sido muchísimos más lentos de lo que quisiéramos”, y agrega que las entidades del mercado financiero local presentan, en general, una baja participación de mujeres en los directorios, aunque con importantes diferencias de niveles de industrias: bancos un 7,1%, seguros un 17% y las cooperativas de ahorro y crédito un 28%.

Para la representante de Mujeres Empresarias, el sector público debe hacer frente a la responsabilidad que le compete. “Las organizaciones del sector público deben apoyarse en cuotas que impulsen a las empresas en su voluntad para disminuir las brechas, a la vez que medirse y compararse con el resto de la industria se vuelvan herramientas esenciales a incorporar como parte de la estrategia de negocio en el camino hacia el logro de políticas de género más inclusivas”.

 

Acceso Handbook de Género (CMF)

 

Fuentes: CMF y Diario Financiero

 

 

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