El mercado asegurador no ha sido ajeno a los múltiples cambios que ha dejado la pandemia del Covid. La industria aseguradora es una que entiende que solo es posible competir si se cuenta con la tecnología suficiente para resolver los cambios sociales y culturales de la misma.
Ejemplo de esto es la adaptación de la industria, a la apertura de canales nuevos y al desarrollo de ecosistemas innovadores de negocios. Dentro de este camino, surge un concepto propio de la industria de seguros, el de Open Insurance -o seguro abierto-, que configura la forma de tratar los datos, creando una mayor oferta de productos, estableciendo un ambiente amigable con la innovación.
El Open Insurance permite la transferencia accesible y flexible de los datos como los productos, en el que el intercambio de información con terceros se realiza “de forma externa y consumibles abiertamente mediante APIs”, como asegura Sensedia, empresa global de soluciones de integración a partir de APIs.
¿Cómo se hace efectivo y seguro el traspaso? Cada empresa debe obtener la autorización oficial, con los estándares técnicos y legales, de cada usuario para el uso de sus datos. Si este quiere contratar un seguro con la empresa “X”, deberá decidir, como propietario de sus datos personales, si pueden ser compartidos por la empresa “X” y utilizados por la empresa “Y” para recibir mejores ofertas que se acomoden a sus necesidades. El ‘seguro abierto’, al igual que el open banking, se centra en ampliar el poder de decisión del cliente al concederle potestad sobre uso de datos.
El impacto del open insurance terminará generando un mercado más inclusivo, empático y democrático con el cliente, que a su vez impulsará el desarrollo económico del sector gracias a nuevas iniciativas de innovación.
Además, permite una mejor información, una mayor cercanía, nuevos canales de atención, un aumento de la eficiencia operativa y una ilimitada generación de ecosistemas adaptables e innovadores para la industria.