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CRITERIOS ESG: EL MODELO A ADOPTAR EN EL SECTOR EMPRESARIAL

Las evidencias que nos dejan los últimos años de fenómenos climáticos, crisis sociales y una gobernanza puesta en entredicho, ha incidido en el incremento del número de empresas que empiezan a poner atención en la incorporación, a sus estrategias y modelos de negocio, de factores Environmental, Social & Governance, conocidos por sus siglas ESG.

“Independientemente de cuál sea la motivación para avanzar en la adopción de los factores ESG, lo bueno es que esté pasando”. Así lo señala Jorge Reyes Iturbide, director del Centro IDEARSE de la Universidad Anáhuac México y especialista en responsabilidad social empresarial y desarrollo sostenible.

Para Reyes Iturbide, el hecho de lograr una verdadera vinculación entre el desempeño financiero del negocio y su desempeño en materia de sostenibilidad, debiera llevar hacia un mayor convencimiento del modelo a adoptar con mirada de futuro.

Uno de los principales motivos para incluir criterios ESG, ha sido por la propia convicción de las empresas, que ven en ellos una evolución de la responsabilidad social empresarial o de la sostenibilidad corporativa, y que permite su integración no sólo a productos y servicios, sino a sus operaciones diarias, a la forma de tomar decisiones, a la cultura organizacional y, por ende, a la manera de gestionar el negocio.

También están aquellas empresas cuya motivación viene del mercado. En algunos casos, se detona por el cuestionamiento de los inversionistas en torno al abordaje que hace el negocio respecto de algunos de estos temas: evaluaciones, calificaciones, rankings e índices de inversión sostenible. También, por la desinversión en empresas con un desempeño en materia de sostenibilidad por debajo de ciertos parámetros establecidos.

Para el especialista, la presión externa también puede estar dada por los requisitos o exigencias que empresas grandes han ido estableciendo para aquellas que forman parte de sus cadenas de valor. También existen los casos en que se trata de empresas que simplemente se suben a una corriente y van adoptando estos temas conforme ven que van evolucionando, tomando como referente a la competencia o incluso tratando de imitar a empresas de otros sectores que hayan destacado en estos temas.

Alerta con el ser y no ser

Más allá de las razones que lleven a una empresa a adoptar criterios ESG, para Jorge Reyes Iturbide, las entidades deben tener cuidado de no caer en lo que se conoce como ESG-washing. Es decir, al tratar de proyectar una imagen pública de estar aparentemente alineada a los temas ambientales, sociales y de gobernanza, e incluso tenerlos muy presentes en el discurso y su mercadotecnia, en el fondo, no hay una verdadera transformación del negocio o siquiera una intensión de avanzar gradualmente en este sentido.

Al respecto, agrega que el hecho de que hoy los consumidores, comunidades, autoridades, empleados e inversionistas están cada vez más informados y conscientes de estos temas y de su trascendencia, es también, una manera de exigir a este tipo de empresas ser congruentes y consistentes entre sus dichos y hechos.

“Con la evolución de la doble materialidad y su incorporación a los informes integrados de las empresas, así como por el surgimiento de ciertas directivas, regulaciones y estándares a nivel internacional en la materia, también podemos esperar que en los próximos años haya un importante avance en cuanto a la información que las empresas presentan sobre su desempeño en los temas ESG más relevantes para el negocio y sus stakeholders”, apunta el especialista.

Lo anterior, también incluye lo financiero, lo cual permite dotar a los mercados de información cada vez más valiosa, confiable, completa y comparable, que sirva para una mejor toma de decisiones.

De ahí, surge la importancia de integrar este tema a los sistemas de gestión del negocio. Ello permitirá lograr una adecuada planeación, ejecución, seguimiento, medición y evaluación, a lo que se agregan comunicaciones asertivas y procesos de mejoras continuas. Se trata de un trabajo que debe ser abordado en la empresas de manera transversal.

 

Fuente: Expansión, 14 de junio de 2022.

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